Pérdida auditiva en adolescentes

Pérdida auditiva en adolescentes

Las sociedades de nuestro tiempo son productoras de sonidos y ruidos que tienen una variedad, intensidad y perdurabilidad que constituyen una forma de contaminación física: la contaminación acústica.

El ruido interviene en actividades del desarrollo social del individuo, interfiriendo en la comunicación, el aprendizaje, la concentración, el descanso y distorsiona la información. (*1)

Los adolescentes de nuestra sociedad padecen los efectos nocivos del ruido desde el hogar, la escuela, el barrio, los centros de entretenimiento, los locales bailables cerrados donde la contaminación sonora es tal que comienzan a manifestarse fatigas auditivas. (*2)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica al ruido como la primera molestia ambiental en países desarrollados. Y en nuestra ciudad, los jóvenes y adolescentes son quienes tienen mayor riesgo auditivo.

La contaminación sonora produce hipoacusia, zumbidos y una cantidad de reacciones, como puede ser ansiedad, alteración en el sueño, taquicardia, aumento en el ritmo de la endorfina y aumento en el colesterol. La contaminación acústica constituye un factor de riesgo de accidentes, bajo rendimiento intelectual y estrés.

Escala de Decibeles - Audífonos Audiser

Presión Sonora Audífonos Audiser

¿Cómo la generación del I-Pod, MP3, MP4, etc., puede ir perdiendo su audición sin siquiera saberlo?
La pérdida de audición inducida por ruido se desarrolla tan lentamente e insidiosamente que no sabemos qué pasó hasta que es demasiado tarde. En el caso de los MP3, la descarga de decibeles llega a los 130, contra el tope de los 50 decibeles que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Los Niveles de Presión Sonora promedio de las discotecas de la Ciudad de Buenos Aires superan, en todos los casos los 100 dB. El 60% de las discotecas muestreadas alcanzan el umbral de dolor llegando a 110 dB. Después de haber estado expuestos a altos niveles sonoros, el 45% de los adolescentes presentan zumbidos. (*4)

Casi el 60% de los adolescentes consultados para una encuesta son «adictos» a la música fuerte porque se exponen a ese tipo de práctica en forma habitual. (*5)

Cuando un usuario se pone un auricular en el conducto auditivo, éste recibe niveles de sonido que pueden superar los 120 decibeles, un nivel muy similar al de que emite un avión al salir de la pista. (*7)

En la ciudad de Córdoba al instalarse una nueva fábrica FIAT en el año 1999, en una población de 5000 aspirantes, alrededor del 10 %, con edades entre 20 a 25 años, fueron rechazados por pérdidas auditivas. Y de los 1700 aspirantes a la Escuela de Policía de la Provincia de Córdoba del año 2003, el 21 % con edades entre los 17 y 21 años y el 52 % entre 21 y 25 años fueron rechazados por hipoacusias del tipo inducidas por ruido. (*8)



Teniendo en cuenta que la HIPOACUSIA POR EXPOSICION AL RUIDO es UNA ENFERMEDAD QUE SE PUEDE PREVENIR.

Cómo hacemos para prevenirla?

1- Educar y concientizar a los niños y adolescentes, sobre la problemática y la importancia del cuidado de la audición hoy.

2- Al escuchar música con auriculares, el volumen deberá ser menor al 60% de su capacidad.

3- Informar a los adolescentes dentro de las actividades recreativas, los cuidados, medidas de prevención y de alerta.

4- Usar protección auditiva, (grupos como Colplay, Dave Mathews Band los usan). Músicos como Phill Collins, Sting, Peter Townshend, The Killers, Neil Young, George Martin, Jeff Ament, guitarist Mike McCready and drummer Matt Stone Gossard, etc., han declarado que presentan hipoacusia y zumbidos.

5- Dé a sus oídos un descanso.


Si alguien siente vergüenza por usar tapones en sus oídos, debería meditar si no será más frustrante, fingir que entiende lo que no escucha…


Dra. Graciela González Franco
Médica Otorrinolaringóloga
Miembro de la AAOFP

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